lunes, 9 de enero de 2012

Un clásico de las Navidades: las promociones de cafeteras.


¡Hola! ¡Ya he vuelto! ¿Qué tal todo? ¿Y las fiestas navideñas? ¿Mucho trabajo? Espero que si. Yo no me puedo quejar la verdad. Estos días he estado trabajando bastante, pero a la vez se me han ido ocurriendo muchos nuevos temas a tratar en el blog. ¡¡El nuevo año viene cargado de nuevas ideas!! Así que, vamos con el primer post de año.

Si leísteis mi anterior entrada sabréis que este nuevo post trata sobre mi última campaña realizada. Este año he tenido unas Navidades muy entretenidas promocionando una línea de cafeteras, todo un clásico en esta época. Como siempre que escribo sobre algo muy concreto no daré nombres de marcas ni agencias, lo siento pero creo que es lo más conveniente para que nadie se de por aludido y poder explicarme con libertad (ya os explicaré un día el porque de mi extremo cuidado nombrado marcas y agencias).

Este tipo de promociones requiere que tengáis al menos un poco de experiencia. Y si no tenéis mucha experiencia que por lo menos seáis bastante espabiladas y resolutivas. Porque os pueden pasar mil cosas. Os cuento mi experiencia.

Me mandaron el material a casa como suelo preferir. Pues bien, yo creo que es la primera vez que hubiera deseado que lo hubieran mandado directamente al centro. No os podéis imaginar la cantidad de cajas que me mandaron: dos cafeteras, cajas y cajas de capsulas, montones de vasos de diferentes tamaños, cucharillas, azucarillos, sacarinas, servilletas, panfletos y el stand. Que por cierto, no visto stand más pesado en mi vida. El maletero de mi coche no es muy grande, así que parte de las cosas se quedaron en mi casa (parte de las servilletas, vasos y capsulas). De todas maneras, no tuve más remedio que poner alguna cosa en los asientos traseros. Imaginaros cuando llegue al centro... Tuve que coger un carro para poder transportar todo, ¡iba hasta los topes! De lo que pesaba casi ni podía con el carro (si, lo se, podía haber echo dos viajes, pero soy un poco cabezota y si digo que puedo, puedo XD). Vamos un espectáculo, menos mal que aparque cerca.

Esta vez no tuve problemas para entrar. La agencia estuvo precavida y no solo envió por fax mi documentación al centro sino que me la mandó a mí para que la llevara impresa por si acaso.

Una vez dentro vino el verdadero problema ¿Dónde me ubico? Ya os comente que os debéis situar donde os digan, lo más cerca posible de donde este el producto a vender. Pero ahora tenía un inconveniente: necesitaba corriente eléctrica para poner en funcionamiento mis cafeteras. En el centro se portaron muy bien conmigo, ya he trabajado otras veces allí y son muy majos. Me buscaron un alargador que me agencié para toda la campaña (por supuesto, al finalizar lo devolví).

A continuación: montar el stand. Que fácil es decirlo y que difícil hacerlo. Os parecerá una tontería, pero montar un stand con motones de barras de metal sin ningún tipo de instrucción es bastante complicado. Menos mal que ya soy diplomada con matricula de honor en montaje de stand (XD) y ya sabía más o menos como podía ir. Pero os aseguro que alguien que no haya montado nunca ninguno hubiera un verdadero rompecabezas delante. De echo, un día vino una amiga a verme (que también trabaja de promotora) y cuando vio el stand me dijo que ella el primer día tuvo que pedir ayuda a su chico para poder montarle (los stand metálicos suelen ser iguales o similares en montaje, cambia la publicidad pero la estructura es la misma).

Piezas del stand

Ya con corriente eléctrica y el stand en pie solo quedo organizar el resto de material: vasos, servilletas, etc. Lo único verdaderamente fácil. Para cuando quise terminar ya había pasado más de una hora de cuando llegué. Me consolé a mi misma pensando que estos dos problemas ya estaban solucionados para el resto de los días puesto que no me movería del sitio en toda la campaña y el stand quedaría montado hasta el último día que me le llevara.


Pues bien, ya puedo ponerme a la faena. Pero,… ¿Cuál es mi potencial cliente? A diferencia de las promociones de alimentación que prácticamente todo el mundo puede “picar”, promociones como esta requieren una cierta predisposición del cliente. Me explico. Mi promoción se desarrolló en un hipermercado y una persona que va a hacer la compra de la semana muy difícilmente te compre una cafetera. Debe ser alguien que ya tiene pensado comprar este artículo pero no se ha decidido aún a hacerlo o no sabe por cual optar. ¿Cómo saber quien es este cliente? Principalmente verás que cuando pasan por tu zona ralentizarán el paso y se quedará mirando a los precios y los modelos expuestos. Hay entras tu, ofreciendo probar un cafetito/capuchino/chocolate o lo que haga tu cafetera (en este caso). Puede que no le apetezca, bien no pasa nada. Debes pasar a explicar las características de tu producto y lo ventajoso de la promoción actual. Destaca principalmente lo que les diferencia de la competencia. Si les interesa te preguntarán por el precio, seguro.


Otro potencial cliente es el que pase y comente ¡Que bien huele a café! Eso es otra señal de que le puede interesar, pues seguramente le guste el café aunque no haya pensado en comprar la cafetera. Cuando oigas este comentario, lánzate a decir: “Pruebe uno, ya verá como también están muy buenos”. Aunque no nos compre, pues es un desembolso considerable que la mayoría de los clientes medita, puede que lo tenga en mente y venga otro día. O que la aconseje a alguien de su entorno que si que la quiera comprar.

También os podéis encontrar con tipo de cliente que solo busca algo gratis. En el caso de las degustaciones, debéis valorar cuanto material os queda antes de dar degustaciones a alguien que claramente ha dicho “¡Mirar! ¡Dan café gratis!”. Más que nada porque vuestro cometido es vender no repartir café. El café que dais es para persuadir al cliente a que compre. Pero alguien que va a por el gratis, solo quiere eso, que se lo deis para irse lo antes posible. Yo que soy un poco mala lo que suelo decir es “No regalo café, doy a probar un café si está interesado en escuchar la explicación del producto” Con esta frase damos a entender que el precio a pagar por el café son dos minutos de charlita. Y la mayoría huyen. Comprobado. Los hay que te dicen vale. Pues a esos les suelto el discursito ENTERITO. Coma a coma. Ya que se van con café gratis, por lo menos que se vayan bien informaditos (muajajajaja!)

A lo mejor pensáis “que la costará dar café aunque no estén interesados”. Pues si, porque primero, como ya he dicho, no es mi cometido. Lo segundo es porque muchas veces andamos escasas de material y debemos racionalizarlo para lo que de verdad debemos hacer. Y, por útlimo, y más importante. Lo más probable es que perdamos el tiempo con un cliente que sabemos que no va a comprar y pasen de largo otros que puede que si. Y no está la cosa como para perder el tiempo.

Bueno, espero que os haya gustado la entrada. Es un poco más larga de lo habitual, pero tenía muchas cosas que contaros. Y alguna que otra que se me queda en el tintero pero que ya os hablaré en próximos post.

¡Recordar! @irenecyta y manual_azafata@hotmail.com

2 comentarios:

  1. La verdad que a la hora de montar un stand se debería prever que no todas las chicas cuentan con experiencia (Aunque no es tu caso). SIEMPRE pedir unas instrucciones o amágenes del stand con anterioridad (para que vayamos con una idea en la cabeza). En cuanto a las promociones, qué razón tienes, en cuanto explique en optro post los ppls objetivos de las agencias te lo paso para que le eches un vistazo. Feliz año y sigue compartiendo tus experiencias que son muy útiles!!

    ResponderEliminar
  2. Yo tenía un miedo con lo del stand... pero como también me lo mandaron a casa, investigué a ver cómo iba xD
    Claro que mi stand era de cartón a lo cutre y no tenía mucha dificultad.

    Desde luego, solo he trabajado una vez de promotora y ya tengo claro que la gente es muy jeta, y que le encanta lo gratis xDD

    A ver si me llaman para más trabajos xD y mucha suerte a ti tb!

    ResponderEliminar