Comienzo esta entrada recalcando que yo no fumo y nunca he fumado. Por lo que entiendo a los consumidores de tabaco hasta cierto punto. Así que, como vendedora de tabaco creo tengo algunas limitaciones (y esta afirmación creo que no me beneficia hacerla publica para nada). Cuando me preguntan “¿y eso a que sabe?” o “¿a que se parece?” no puedo hacer más que repetir como una cacatúa lo que me dijeron que debía decir en la agencia. Seguir el briefing a pies juntillas sonando convincente y con mi sonrisa. No puedo variar mucho mi “repertorio” ya que en realidad no tengo ni idea de a que sabe, pues no lo he probado. Con otras promociones (café, chocolate, bebidas,…) me gusta probar lo que vendo para poder responder a ese tipo de preguntas. Puedes salirte un poco del guión e improvisar dando tus impresiones. La gente suele valorar mucho estos argumentos: notan que son sinceros y que estás al corriente del producto que vendes. Es decir, da mucha credibilidad. Pero con el tabaco pierdo este factor.
Reconozco que durante un tiempo evité este tipo de campañas. No pretendo entrar en polémicas simplemente soy asmática y no me gusta nada el tabaco. Vivo mucho más feliz desde que puedo respirar en los bares. Pero cuando pagar las facturas depende del dinero que lleves a casa hace que tengas que dejar un poco a un lado ciertos principios (no todos). Se que el que deje a un lado mis principios resultará polémico, pero prefiero promocionar tabaco a no poder pagar la factura de la luz o el seguro del coche (por no hablar de mi amiga la hipoteca). No está el mercado laboral como para ir haciendo ascos a casi nada.
A mi estas promos me resultan más duras que las de centros comerciales. En parte porque lo son, en parte porque para mi vender algo de lo que no estoy conforme y no se como es,… hace que yo misma me escuche poco convincente. Pierdo seguridad. Vamos, así me evalúo yo a mi misma. Quizá si que suene convincente y sea más un problema mío de convicciones y de seguridad en mi misma. Sea como sea siento como que a la gente le es más fácil “desarmarme” de mis argumentos cuando les intento convencer de que me compren, cosa que con otros productos no me pasa. Y es que en cuanto se me salen del guión me resulta un poco difícil buscar algo real para seguir atacando a mi potencial cliente. Y digo real, porque cuando vendo chocolate puedo decir que esta muy rico porque lo se… pero cuando vendo tabaco ¿que digo? ¿Qué también esta rico? No tengo ni idea. Quizá en este campo me podréis ayudar más alguna de vosotras si sois fumadoras. Además, muchos clientes que ya saben como va el tema lo primero que hacen es preguntarte si tu fumas,… y yo me quedo con cara de: “Eeeeeh… ¿y ahora que digo?”
Pero no solo me resultan más duras por este motivo. Estas promos son de lunes a viernes o incluso de lunes a sábado. Y no es lo mismo estar viernes y sábado de pie derecho o una campaña intensiva corta… que 5 o 6 días de seguido durante una larga temporada. Cuando llega el viernes la espalda ya lo va notando. Yo estuve un mes y la última semana ya se me iba resintiendo la espalda. Eso de estar mirando a la puerta en invierno de pie,… es mortal.
Para colmo cada día será en un estanco diferente. Por lo que te patearas toda tu provincia o ciudad con el coche. Os vendrá muy bien un GPS y una buena orientación si no queréis perderos más de un día. Yo me sacaba mis mapitas de Google. Y claro al tener que ir cada día a un sitio, no siempre os pillará cerca de casa. Por lo que os tocará comer fuera y esperar a que abran por la tarde. La jornada partida es lo que tiene… que trabajas 8 horas pero te tiras fuera de casa 12.
Y luego, el estanquero o estanquera… los hay más majos y menos majos. Y te tiraras 8 horitas muy ricas al lado de él o ella. Que no te quitan ojo y dará parte de lo que hagas (lo que vendes, si llegas tarde, como tratas a los clientes,..). Es una evaluación constante.
Pero como siempre os digo,.. no es todo malo ¿eh? Estas promos están mejor pagadas que las de centros comerciales. Y suelen pagan incentivos por ventas, kilometraje, incluso dietas. Por lo que a final de mes se verá recompensado tanto esfuerzo. Yo la última semana ya estaba bastante cansada, pero cuando me ingresaron el dinero y lo vi… hubiera seguido otro mes sin dudarlo. ¡¡Que felicidad al ver un ingreso de más de tres cifras!! J
Espero vuestras opiniones y consejos. ¡Animaros a comentar y compartir!